El humano es curioso por naturaleza y lleva milenios perfeccionando, a su manera, la forma de #enseñar. Hay diferentes modelos probados, y me he encontrado con muchos más de los que creía. Todos ellos con suficientes pruebas científicas, reconocimientos y premios, que le otorgan el primer puesto a cada uno de ellos.
“Todos sin excepción nos pasaremos la vida aprendiendo de forma constante, tanto si somos conscientes de ello como si no lo somos.”
Desde finales del siglo XIX, hasta nuestros días, se han ido evolucionado estas teorías, que han dado fruto a lo que hoy conocemos como “Tipos de Aprendizaje”. Como todo en esta vida, la percepción, el entorno, las capacidades y la motivación, van a determinar el camino a tomar. Recuerda que todos ellos puedes explorarlos, como vías de aprendizaje para tus hijos.
Uno de ellos es el aprendizaje por descubrimiento. El primero que descubrimos
Aprendizaje por descubrimiento
Consiste en la adquisición de conceptos, principios o contenidos a través de un método de búsqueda activa, sin una información inicial sistematizada del contenido de aprendizaje.
Es una de las principales vías por las que se pueden presentar los nuevos contenidos en la estructura psíquica, permitiendo que sea el propio sujeto quien genere el aprendizaje, lo asimile y le de forma por sí mismo.
El aprendizaje por descubrimiento fomenta la creatividad, sumado a la automotivación. Es una forma de fomentar la motivación intrínseca hacia el aprendizaje, activada por la curiosidad y por el propio placer de aprender.
El Método Montessori
Uno de los métodos más destacados de este aprendizaje es el Método Montessori. Resumido en la pedagogía de la responsabilidad y la autoafirmación, el aprendizaje con el descubrimiento y la experimentación, enseñanzas por la curiosidad innata por el aprendizaje para una futura vida autónoma.
El método comienza como una filosofía educacional hace ya un siglo. La Doctora María Montessori, una innovadora educativa de la época (principios de 1900), la cual realiza un estudio con niñ@s en riesgo social, y obtiene resultados asombrosos. Se basó en el respeto hacía los niños-as y la capacidad para aprender. Se llevó a cabo en los primeros años de enseñanza, por ello es tan famoso en las etapas de educación infantil, aunque realmente es una metodología para cualquier curso.
Como tan estudiado lo tiene esta doctora, el desarrollo de este aprendizaje es fomentado por transformar la enseñanza y el papel del educador, en un guía que explica las bases, para que el «alumno» continúe sólo a partir de ahí.
Se podría decir que usando dicha metodología fomentamos la curiosidad del niñ@ y el deseo por aprender. Consiste en organizar el espacio de aprendizaje con objetos cotidianos que proporcionan aprendizajes para la vida.
La idea principal es transmitir a los niñ@s la capacidad de autonomía, el no depender de otr@s y mucho menos de adultos, que sean curiosos, creativos y piensen por sí sol@s. «Crea seres pensantes para la vida», con capacidad de autocrítica, responsables, alegres, con pensamientos constructivos, valores, disciplina, orden, independientes y libres.
Los tipos de aprendizaje, te servirán para entender algunas vías que conocemos sobre cómo aprender algo utilizando nuestros sentidos. Y como ves, ser padre es una tarea compleja. No sólo porque descubrirás que ésto (quizás) no te lo habían enseñado antes, sino porque parece que tras leer este libro el trabajo se te acumula.
Pero eso es lo bueno.
¿Compartirías un detalle de enseñanza que marcó tu vida?
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« El ABC de todo aquello que nos hemos preguntado siempre sobre la educación de nuestros hijos » Verónica Platas, Madre, pedagoga, empresaria y consultora de RRHH